En muchas ocasiones las empresas y sus directivos se enfrentan a situaciones de crisis derivadas de la publicación de grabaciones de audio en medios de comunicación, dentro de una campaña de descrédito orquestada por una empresa competidora o empleado hostil.
¿Qué puede hacer la Acústica forense para deslegitimar dichas grabaciones?
En estos casos, el perito de audio propone la autenticación del material sonoro para poder acreditar si la grabación ha podido ser manipulada técnicamente, con posterioridad al proceso de grabación.
La naturaleza del audio digital permite de manera sencilla y barata, la edición, corte y manipulación de grabaciones para darle un sentido diferente al mensaje, o suprimir contenido relevante.
¿Qué metodología propone el perito de audio?
Si la grabación de audio se ha subido a una plataforma como Youtube, lo primero sería descargar el audio preservando su integridad para que de ser necesario se pueda presentar en un proceso judicial. Iniciando así la cadena de custodia y extracción de su firma digital hash que lo identifica inequívocamente.
Posteriormente se realiza un análisis desde el punto de vista electroacústico para poder identificar:
- Cortes de audio intencionados
- Adición de fragmentos de audio procedentes de grabaciones que ocurren en días diferentes.
- Análisis de metadatos y búsqueda de trazas de codificación en diferentes formatos de audio
- Análisis de sonido ambiente y cambios en la acústica del recinto
¿En qué casos Graudio Forensics ha sido de utilidad para demostrar la manipulación y falsedad de las pruebas presentadas?
Por mencionar un ejemplo, la filial de concesiones de OHL México revela que las grabaciones obtenidas ilegalmente y analizadas fueron «editadas y alteradas» para cambiar su sentido.
Así lo ha afirmado la compañía en un comunicado remitido a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que se explica que todas las imputaciones son «falsas» y forman parte de una campaña «difamatoria» en contra de OHL México.
