Matar a una persona se traduce, en el lenguaje penal, en un delito de homicidio o de asesinato. La acústica forense es una herramienta que ayuda a la investigación y recrea el momento de los hechos.

¿Cuáles son las diferencias entre homicidio y asesinato?

El homicidio y el asesinato son delitos que implican matar a otra persona. La diferencia entre homicidio y asesinato está en la premeditación, es decir, el agresor piensa, planea y comete el asesinato.

En el delito de homicidio no hay premeditación, pero  existe una variante denominada homicidio voluntario. Este se produce cuando una persona mata a otra queriendo, es decir, con intencionalidad. Esto se suele producir en una pelea o una discusión grave. Cuando la situacion se complica a uno de los protagonistas se le va la mano y acaba matando a alguien por el momento de tensión u ofuscación.

En el asesinato hay intencionalidad, pero además, meditada, pensada y preparada. Lo que significa según el código penal (Art 139 CP) que la condena será más alta, desde los 15 a los 20 años de prisión, elevándose hasta los 25 años si concurren dos o más circunstancias que agravan el caso; alevosía y ensañamiento.

Ambas conductas son reprochables y consisten en atentar contra el bien jurídico de la vida de una persona.

¿Qué puede aportar la Acústica Forense en la investigación de delitos de asesinato y homicidio voluntario?

 Desde Graudio hemos trabajado apoyando en procedimientos penales, hemos aportado pruebas lícitas y pertinentes conforme a una metodología, y habilidades investigativas con diferentes finalidades:

  • Descubrir el delito. Analizando del sonido ambiente en grabaciones de audio. Dichas grabaciones ha sido aportadas por el circuito cerrado de videovigilancia en viviendas y otros espacios cerrados.
  • Intencionalidad. En el caso del homicidio voluntario se puede demostrar la intencionalidad. Esto ocurre en los casos de grabaciones de peleas o discusiones graves. Se realiza un análisis del audio para adverar que uno de los protagonistas ejerce excesiva fuerza o se le va la mano golpeando con un objeto y provocando la muerte.
  • Alevosía y ensañamiento. Ambos supuestos, de concurrir, pudieran agravar el caso y con ello el incremento de las penas.

Si es la víctima quien realiza la grabación, se pueden localizar eventos electroacústicos y sonidos que demuestren si hubo o no un aumento deliberado de sufrimiento; o si la agresión se produce a traición y por sorpresa.

Desde la acústica forense podemos responder a preguntas como:

  • ¿Se puede determinar el origen y fuente de emisión del golpe o impacto sobre la víctima?
  • ¿Están presentes los menores durante el momento de la agresión?
  • ¿Se identifican a otros individuos protagonistas de la agresión?,¿de qué nacionalidad y lugar geográfico son?
  • ¿Se podrían cotejar las voces dubitadas de la grabación a partir de un listado de sospechosos y voces indubitadas?

 

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