La transcripción de la prueba de audio se acompaña en el peritaje forense realizado, pero ¿Vale cualquier transcripción?
Existen dos tipos de transcripciones:
- Literal: es aquella en la que se respeta al hablante en todo momento, es decir, no se corrigen las frases o palabras.
- Figurada: es aquella en la que se corrige al hablante y se pone lo que debería decir, o se cree que se dice.
Para el peritaje de una prueba de audio se utiliza la transcripción literal, ¿por qué?
En la transcripción literal se respetan los posibles errores que pueda cometer el hablante, las muletillas, y los fonemas. Esto tiene un motivo, conseguir que el lector pueda entender el ritmo, tono de la conversación, estado anímico del hablante, y no convertirse en un texto plano. Estos detalles son importantes para “revivir” ese audio en las palabras. El transcriptor no debe entrar en las intenciones del interlocutor, simplemente reflejar en letras y explicaciones lo que pasa en el audio, ser objetivo con el qué pasa, qué se dice, y no entrar en contenidos o cuestiones que son juicios personales.
La transcripción literal es un trabajo artesano, que no lo realiza una máquina y se trabaja en tres niveles:
- Una escucha entera del audio para familiarizarte con interlocutores. Aunque se pida una transcripción parcial, el transcriptor la escuchará entero. Tener la perspectiva adecuada de lo que ocurre la ayudará a ubicar a interlocutores, ruidos en escena que den información, y tono de la conversación.
- Transcripción minutada. El segundo nivel es transcribir y minutar los sonidos, palabras, y letras. Se hace desde fonemas, golpes de voz, sin entrar para nada en contenido, juicios de valor o cualquier cuestión que pueda alterar la prueba.
- Revisión. Una vez pasado unos días de esa transcripción minutada se hace la revisión final. Esta revisión tiene como objeto evitar que el cerebro haya interpretado palabras tras varias escuchas. En la transcripción minutada se hacen más de 8 escuchas, y a veces, el cerebro interpreta y deja de escuchar, por eso, se necesita un espacio que ayude a la objetividad del trabajo.
En la transcripción literal también entran varios profesionales, y sobretodo, no se da una información al transcriptor que pueda posicionarle. La objetividad es uno de los principios que trabajamos desde Graudio, y por eso, cuidamos mucho a los profesionales que están detrás de cada trabajo.
En otro post hablaremos del proceso más detallado del trabajo de transcripción desde Graudio:
- ¿Se escucha desde el mismo dispositivo siempre?
- ¿Se hace limpieza de audio para una mejor escuchar?
- ¿Cuánto tiempo requiere la transcripción?
- ¿Qué tecnología se utiliza?
Si tienes alguna duda y te gustaría que la explicáramos cuéntanoslo.